domingo, 22 de marzo de 2015

Hola extraño

Hola extraño,
llegaste justo a tiempo,
busco tu rostro entre la gente ahora...
Hola extraño,
tal vez algún día veré esa vieja fotos
desvanecerse en mi gaveta, juguetes extraviados, 
dientes mudados, accidentes y cicatrices, derrames de jugos, 
informes de la escuela...
Una vez estuve enfermo pero no es nada que no te pueda contar
Hola extraño,
te reserve un lugar y ahora que veo tu rostro...
ya no me pareces extraño


Escuche este poema de un viejo dibujito (ginger, no se si muchos lo recuerden), y le hago honores recordándolo un poco. Recientemente escuche a alguien hablar sobre el conocer y desconocer a alguien, y me encontré recordando este episodio donde el poema recitado antes aparece. No es una obra maestra pero si tiene un encanto que me hizo recordarlo incluso muchos años después de haber visto la serie y que ciertamente no recordaba (o mas bien no pensé que aun recordara)
Creo que todos tenemos alguien en quien pensar al leer algo como eso, gente que conocimos y que ahora creemos desconocer, gente desconocida que queremos que deje de serlo, también los que son cercanos pero no conocemos puramente. Lo cierto es que uno jamas llega a conocer a los otros ni a uno mismo en toda su luz u oscuridad; Todos somos extraños en algún momento para los demás y siempre somos extraños para nosotros mismo, podemos conocernos muy bien pero siempre hemos de pasar por aquel momento (odioso momento he de decir) donde dudamos, donde no entendemos nuestros propios sentimientos, ideas, sueños, nuestros manejos, incluso nuestros cuerpos.
Es parte de que somos humanos, la necesidad del saber, de estar seguro, conocer a detalle (o en su defecto que lo que sabemos nos baste, pero siempre la necesidad de saber por mas mínimo que sea), porque la duda mata, tortura, intriga y nos permite volar con miles de respuestas tanto buenas como malas. Aquí es cuando uno se fía de los conocimientos que tiene, de las intuiciones, energías, o de los que sea que creamos.
Aunque me desvié un poco, a lo que quiero llegar es, por mas extraños que siempre seamos pues es parte de nuestra naturaleza, siempre habrá algo que nos haga olvidar eso, algo que nos hará pensar que no lo somos, que somos transparentes; y así debe ser ser, tenemos que ser así y lograr saber que es aquello que a nosotros nos permite llegar a creer que conocemos a alguien; pues cuando sepamos que es, podemos tratar de llegar a eso (tal vez sea una opinión, una mirada que transmite, un beso, una caricia) y en ese momento es cuando al fin dejamos de ser extraños entre nosotros mismos. Para podes realmente estar cómodos para con los demás y para con uno, hay q llegar a esto, Dar y recibir aquel acto que sentimos entrega lo que creemos ser y que intentamos ser a toda costa; Así uno conecta con todo y así uno logra al conocer al otro conocerse a uno mismo. Así saludando a un extraño también saludamos a nuestra propia carencia de conocernos.

3 comentarios:

  1. Un poema que me conmovía desde la primera vez que lo oía, cuando solo tenía un par de años. Ahora lo leo y lo recuerdo, y ya no me parece tan extraño. Para mí sí es un gran poema, quizá por la nostalgia a la que me conduce.

    ResponderEliminar
  2. Un poema que me conmovía desde la primera vez que lo oía, cuando solo tenía un par de años. Ahora lo leo y lo recuerdo, y ya no me parece tan extraño. Para mí sí es un gran poema, quizá por la nostalgia a la que me conduce.

    ResponderEliminar
  3. Un poema que me conmovía desde la primera vez que lo oía, cuando solo tenía un par de años. Ahora lo leo y lo recuerdo, y ya no me parece tan extraño. Para mí sí es un gran poema, quizá por la nostalgia a la que me conduce.

    ResponderEliminar